
No está bien criticar a los productos ya muertos pero Yo soy Bea ha sido una adaptación más o menos libre y estirada de la historia mil veces vista y mil veces adaptada. Nada nuevo. De hecho, la calidad ha sido un tanto dudosa. Pero lo que no se puede negar es que ha sido eficaz. Yo soy Bea se suma así a las largas series diarias de producción propia que le han funcionado, y muy bien a Tele 5, caso de Al salir de clase o El súper, historias de todos los días. Una asignatura en la que Antena 3 falla, quizás porque siempre ha ido a remolque de la cadena de la rima fácil, intentando imitar sus éxitos en lugar de apostar por ideas originales.
A la vista de los pocos espectadores que se han querido despedir de Bea queda claro que no se la va a echar de menos, aunque ha sido un recurso cómodo y barato para una cadena a la que le queda ahora un vacío en sus tardes que intentará llenar, a partir de hoy, con el concurso Toma cero y a jugar que hará de telonero de Pasapalabra y que por lo visto en las promociones tiene cierto parecido a Allá tú, un formato que gozó de muchos seguidores pero que al igual que Bea tuvo que ser retirado de pantalla de forma precipitada porque el público, ya cansado de ver lo mismo, le dio la espalda. Esperemos que el nuevo concurso funciones porque, de no ser así, Tele 5 podría ampliar todavía más su morboso y buscabroncas Sálvame y hacer unas tardes monotemáticas. Y eso sería más terrible que aguantar a Bea. Porque Bea, al menos vendía claramente que era ficción pero Sálvame quiere vender como realidad un producto igual de guionizado con historias igual de imposibles.
[Yo soy Bea se ha emitido de lunes a viernes por la tarde en Tele 5]
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