Uno siempre piensa que sus estrellas infantiles nunca crecerán y seguirán siendo jóvenes e igual de gamberretes. Muchos veintitreintañeros arrastran todavía el complejo Míriam Díaz Aroca, aquella presentadora pizpireta que rodaba en patines por Cajón Desastre y que antes nos tuvo a todos en el bote, con Javier Basilio. Pero un día aquella jovial gamberra se alejó de la programación infantil y se convirtió en un intento de showwoman-actriz-presentadora para toda la familia con cierto aire de superioridad y nunca más volvió a ser lo mismo.
Ahora mis pupilas padecen otro síndrome, el de Vanessa Martyn, presentadora de Club Disney en los tiempos de Tele 5 junto a Jordi Cruz, David Carrillo y Elena Jiménez (otros que han pegado el estirón) que tras su discreto paso por Todos contra el chef (Cuatro) se nos ha hecho maruja o más concretamente sustituta de maruja en el mítico El Diario de Antena 3, donde se pasará casi todo agosto. A la chica le han sofisticado un rato el vestuario, casi tanto como en el cambio de su apellido, y no lo hace mal pero uno espera que llegue ese momento impagable en el que Vanessa Martyn corte a su invitada y le diga que le aburre, que todo le importa un pimiento y se ponga a gritar, a brincar y a cantar la canción de Los piratas del Amor.
O cualquier otra canción. Qué más da. Pero sería la forma de demostrar que ella, no. Que Vanessa no ha pasado después de todo por el filtro del buen presentador sustituible y que no se ha convertido en una clon más de la típica y tópica presentadora de un programa de testimonios. Sería la forma de demostrarnos que Vanessa sigue siendo Vanessa.
[El Diario se emite de lunes a viernes a las 19.00 h. en Antena 3]
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