
Martín, micrófono en mano, incluso se puso a cantar, aprovechando lo ridículo de la situación. Lo de menos para el espectador era ya ver los vídeos que sacan los colores a los programas ajenos, la coña estaba en el estudio. La complicidad entre los presentadores es tan perfecta, son tantas sus tablas y son tan buenos y útiles los capotes que se echan que elevan un fallo técnico a la categoría de momento sublime de la televisión. Pero no sólo eso, consiguen, además, ganarse una crítica positiva con uno de los escasísimos programas que no les ha salido bordado. Que viniendo de este blog patético lógicamente les dará lo mismo que se hable bien, que se hable mal o que no se hable.
Pero era una deuda pendiente producto de la injusticia que supone que siempre sea más urgente escribir del último disparate televisivo, del programa que patina, mientras esperan su turno quienes lo hacen bien, que también los hay. Y ya era hora de decir que el equipo de Sé lo que hicisteis... supera con nota cada día el difícil desafío de salir a diario con un programa que depende en gran medida de las cagadas de los demás. Sus guiones, sus ocurrencias, sus locuras hacen que la monotonía no exista en las tardes de La Sexta. Y,además, demuestran que, lo de menos, son los vídeos. Ellos se bastan y se sobran para llenar el programa solos. Pero es que no quieren alardear.
[Sé lo que hicisteis... se emite de l-v a las 15.30 h. en La Sexta]
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