Me asusta. Que Jordi Gonzalez se crea sus palabras. Que le acusen –concretamente una invitada a su programa– de buscar el morbo en su noria y se indigne. Y pida pruebas y razones. Casi ante notario. Cuando no hay suficientes dedos en una ni en dos manos, ni recurriendo a los pies, para contar los apuntes truculentos, morbosos y gratuitos de sus informaciones y tertulias. Lo he visto en Sé lo que hicisteis... porque ya la primera noche comprendí que La noria me mareaba.
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Hablaban de Antonio Puerta, el jugador del Sevilla fallecido recientemente de manera fortuita, y daban ganas de llorar. Y no sólo por el triste suceso. También por cómo decidieron tratarlo. González se ganó mi respeto a la sombra de una palmera de TVE1, multiplicando tres por cuatro o como fugaz turista (accidental). De eso hace mucho tiempo, pero he tenido ocasión de revisarlo recientemente y no es fruto de la nostalgia. Es que el tío lo hacía muy bien. Pero ya no queda ni sombra de lo que un día fue. Imagino que le ha compensado a su cartera. Pero me asusta pensar que realmente se cree sus palabras. Que la voz de su conciencia no le ha dicho que esta vez se equivoca.[La noria se emite los sábados a las 21.30 h. en Tele 5]
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