Pues no, no estamos en verano. Estamos en octubre. Nada menos. Y aún así Tele 5 ha dedicado su noche y buena parte de su madrugada a endosarnos un programa de esos hecho a base de refritos. Y hablando de política. Casi nada. Es lo "nuevo" de María Teresa Campos. Volver a la tele de la que salió al grito de "gilipollas" para amortizar la enésima versión de Hormigas blancas en una extraña mezcla de politiqueo y trapitos sucios de cuore político. Que si miren cómo Felipe González posa en una reportaje sobre cocina. Que si miren qué cartas de amor más bonitas le escribía a su novieta a los 16 años. Que si miren qué pintas llevaba el mozuelo cuando duplicaba su amor entres dos jovencitas cada verano. Y entre medio, que si miren qué bien dirigió España. Y que si miren qué pronto lo hemos olvidado. Y al final de todo eso una especie de tertulia ¿política? con las mismas caras y voces de siempre: Jaime Peñafiel, Miguel Ángel Rodríguez...
Qué pereza. Dicen que esto se va a emitir una vez al mes y hasta resulta excesivo. Qué aburrido. Qué falto de interés. Qué menos que conseguir una entrevista con González. Qué menos que contar con aportaciones, actuales y no de hace 20 años sobre el protagonista. Qué menos que currárselo un poquito. En la carátula del nuevo espacio vemos una especie de desierto arenoso que da paso al nombre del programa. Qué fiel reflejo porque este programa... es un desierto que por no tener no tiene ni oasis. Pero lo que es peor, no ofrece ni un mísero espejismo que haga pensar ni por un minuto que hay algo interesante que sacar en claro de todo esto.
[El laberinto de la memoria se emitió ayer a las 23.50h. en Tele5]
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