
Me fascina el tipo que va correteando por el decorado de
No es programa para viejos para colocar esa
pancarta sin mensaje detrás de los participantes de forma que el realizador pueda hacer ese efecto tan chulo de ponerle un
fondo detrás con su ficha personal y algunas de
las declaraciones más chungas que va a soltar por esa boquita sobre el debate en cuestión. Sexo en su estreno, ayer drogas y el lunes que viene es de suponer que bailarán
rock and roll. Ya saben,
se trata de que no se note lo de la pancarta para hacer el efecto croma, pero nadie es perfecto, y mucho menos en Antena 3, y se nota, vaya si se nota, en demasiadas ocasiones.
Y lo del pancartero sin mensaje refleja muy a las claras el estereotipo de invitado a este programa, que lo mismo le da el so que el arre. Que se trata de ir de
modernillo y decir alguna palabrota, dedicar algún insulto al que opina lo contrario y dar el espectáculo en la medida de sus posibilidades,
mientras le ven por la
tele los colegas del barrio.
¿"Tú quieres ver a una mujer desnuda, quieres?", le incitaba una joven a uno de los participantes del primer debate –el de sexo– que confesaba que no había estado nunca con una mujer desnuda. "Pues mira", y allí que va la moza, le agarra al muchachuelo pasmado de la manita, le lleva a rastras al fondo del decorado-discoteca,
se sube a la barra y se saca las tetas con las cámara perfectamente colocada para no mostrar nada. Igual que que el
pancartero sin mensaje. Igual que la mayoría de los mensajes que envían los participantes. Igual que la aportación de los colaboradores. Todo perfectamente montado al servicio de la nada.
Con las drogas no fue muy diferente y si en el programa de sexo el mensaje transmitido fue "follad cuanto antes y como locos con todo lo que se mueva si no queréis parecer tan panolis como los tipos que hemos invitado para defender la virginidad y los anticonceptivos", en el de drogas la cosa no quedó mucho más diferente del mensaje "las drogas son guays, yo controlo y lo puedo dejar cuando quiera". Cuando un debate se sostiene con ver quién dice la burrada más grande y quien es capaz de superarla y lo de menos es abordar el problema o plantear soluciones, su decorado simula una discoteca y los debatientes tan pronto opinan una cosa como se sacan las tetas o se ponen a bailotear en la pista no es porque no sea programa para viejos, es porque no es programa para la inteligencia humana que no quiera ser insultada.
GAZTAPOWERMención aparte merece su presentadora,
Patricia Gaztañaga que se ha convertido en
Gaztapower, según aparece
en la ficha de la página web del programa de Antena 3. Ella es vasca y
Gazta es queso es
euskera, por lo que su nuevo
nick para conquistar la audiencia es
El poder del queso, ¡nada menos! Ahora bien,
¿podemos tomarnos en serio un debate que modera Gaztepower? ¿Con los vaqueros en los que que se enfunda para
marcar culo en la discoteca-plató busca precisamente parecer
un quesito a ojos del espectador
madurito? Y, por último, ¿si el programa no es para viejos por qué acaba a las
dos de la madrugada de un martes, sólo cinco horas antes de que muchos jóvenes tengan que levantarse en unos días para ir a estudiar?
[No es programa para viejos se emite el lunes a las 23.55 h. A3]
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