El Festival Internacional de Cine de San Sebastián ya está en marcha en lo que es ya su
56ª edición.
TVE nos ofreció ayer su gala inaugural por
La 2 pese al
miedito que dan estas cosas tantas veces interminables. No fue así.
El Zinemaldia de Donostia volvió a dar una clase magistral de
una gala que fue directa al grano, resultó más vistosa que otros años y se salpicó de
cuidados vídeos que ofr

ecieron
una imagen muy precisa de lo que es este festival, así como de la ciudad de
Donostia. Por allí se pasaron
Woody Allen y Antonio Banderas, pero sólo la presencia de
Belén Rueda sirvió para llenar el escenario.
Su voz en off en los vídeos sirvió para recordar los tiempos, ya pasados, en los que esta chica se dedicaba a presentar y para añorar una posible, aunque cada vez más difícil –por lo bien que le va– regreso a la pequeña pantalla. Por allí también pudimos ver a
Miguel Ángel Silvestre, "el Duque", que no se atrevió a cantar lo de cine, cine de Aute al salir al escenario, como sus compañeros, pero
le echó un par al pronunciar unas palabras en euskera. El Festival de Cine de San
Sebastián ha comenzado.
Se añoran los tiempos de patrocinio de Canal Plus en el que todos sus programas se teñían de cine y hasta se desplazaban a hacerlos a Donostia. En
TVE la cosa se limita a algún espacio de cine y a los informativos, donde el primer día en una crónica firmada por dos reporteros
nos contaron que la alfombra es rosa pero nadie nos explicó que se debe al cartel.
[La gala inaugural del Zinemaldia se emitió anoche en La 2]
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