Sorprende a estas alturas ver cómo Massiel se hace la indignada al escuchar el enésimo comentario de tongo sobre el festivalero festival. Lo que ha dicho –y ahora rectifica– José María Iñigo lo han dicho, como él muy bien apunta, directivos de la santa casa que aquel año 1968 se encargaron, tal y como muchos de ellos han reconocido, de incentivar al país extranjero a que votaran a la niña de La, la, la...
A comienzos de los 90 incluso uno de esos directivos de la cosa reconoció abiertamente en un programa de TVE de que llegó a haber "presiones" a las otras cadenas participantes para conseguir el primer puesto del certamen. ¿Dónde ha vivido Masssiel estos 40 años, en la inopia? Pero qué bien se hace la indignada esta mujer. Al margen de que sea cierto, un festival que admite, en pleno siglo XXI, que haya participantes de primera y de segunda, que se ganan un puesto fijo porque lo pagan con dinerito, como es el caso de España, Francia, Inglaterra o Alemania, mientras el resto tiene que pasar por una gala previa para conseguir participar siquiera... no suena muy democrático... pero tampoco muy limpio. Pero claro, siempre es más fácil recurrir a la célebre letra ganadora y mirar al cielo diciendo aquello de la, la, la... para, a continuación, ponerse a silbar como si aquí no hubiera pasado nada.
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