Angelino, el niño creado en un oscuro laboratorio de Tele 5, es historia. O mejor dicho, es olvido. Porque difícil lo va a tener para pasar a la historia televisiva esta versión del Tomate hecho por y para adolescentes sin criterio, excepción hecha con Carmen Alcayde a la que de adolescente, le queda poco. Sorprende que en su despedida no nos enseñaran las tumbas de la ex tomatera y el Angelino, en esa estúpida y macabra sección en la que tantas risas se han echado del famoseo y en la que, por cierto, en su último programa, enterraron a Jesús Vázquez. Al final, lo que sí hizo Angelino es arrojar al suelo sus gafas "de mierda" (lo dijo él) y aclararnos que eran de pega (¡No!, ¿en serio?), por si todavía alguien sobre la faz de la tierra no se había dado cuenta. El golpe de efecto hubiera sido total si el tipo nos hubiera sorprendido con una voz grave que ni Ramón Langa... pero no, el muchacho se puso a mover los brazos y bailotear la sintonía como un poseso y ahí se acabó su pesadilla... y la nuestra Seguramente, el muchacho no sea un mal chaval y en unos años pueda volver a la tele y hasta triunfar si se acompaña de profesionales con más registros que quienes sólo saben hacer el Tomate con otro nombre, como le ha ocurrido en esta ocasión.[Las gafas de Angelino se ha emitido de lunes a viernes en T5]
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