¿Se acuerdan de las pruebas de Furor, aquel programa cantarín donde Alonso Caparrós se pegaba un bailecito coreográfico de brazos al inicio, que ni Nuria Roca en Factor X? Pues una de sus pruebas, la de completar las letras de las canciones ha vuelto en forma de programa. Cuesta creerlo, sí, pero la media hora de Al pie de la letra, el nuevo programa de Antena 3, se limita a un misma prueba, la de silenciar una palabra (o una frase) en el texto de una canción que los participantes, mientras ponen a prueba sus dotes de cantarines en el karaoke, deben acertar. Y así una y otra vez. El programa, claro, se hace monótono y aburrido sin tardar mucho.
Para evitarlo, mucho grito, mucho colorín y mucho cuerpo (de baile) y un presentador (uno de los triunfitos que no triunfaron) que habla como en una verbena. Para quien no lo sepa, el presentador se lama Javier Estrada y uno de los cantantes de la orquesta es Guillermo Martín, que no se diga que los de OT no trabajan. Nos dicen que el formato ha triunfado entre los espectadores (poco exigentes) fuera de nuestras fronteras. Cuesta creerlo. O no, que seguro que si lo programan a las tres de la madrugada en lugar de esos concursos telefónicos también encuentra su público. Así, en prime-time, parece difícil, pero cosas más extrañas se han visto. Lo que no les costará es conseguir patrocinador: Aspirina, porque el dolor de cabeza que se queda después de ver el programa es inaguantable. Ha vuelto el karaoke a la televisión, avisados quedan: pónganse a salvo.[Al pie de la letra se estrenó el lunes por la noche en A3]
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