Pues esa es justo la pregunta: ¿Y ahora qué? La pareja formada por Josema y Flo no sólo no han sabido/podido retener la buena audiencia conseguida con el prestreno del programa en al gran noche de fin de año. Era difícil, muy difícil. Pero es que tampoco han sabido/podido retener los buenos datos de audiencia conseguidos en el estreno de esta tanda de ocho programas. Los humoristas se han repetido con el gag de la empanadilla que no han parado de readaptar y reimitar. Que sí, que una cosa es que los humoristas imiten o parodien al personal, que siempre ha funcionado muy bien en el sector, y otra cosa muy distinta es caer en la autoimitación, en la parodia a uno mismo intentando revivir un chiste que triunfó hace más de 20 años. Y al final la cosa ha sonado a un quiero y no puedo volver a ser Martes y 13. Una pena porque de haber renovado el repertorio, tal y como hizo su predecesor, José Mota (ex Cruz y Raya), la cosa podría haber funcionado mucho mejor o cuanto menos, distinto. Josema y Flo han formado una buena pareja que se entiende muy bien. Pero sólo con eso... no basta. Por eso se han ido sin dejando su propia pregunta sin respuesta: ¿y ahora qué?
[¿Y ahora qué? se ha emitido los viernes por la noche en TVE1]
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