¿Ya que le premian como mejor actriz (aunque sea secundaria) no podía Penélope Cruz interpretar mejor el papel de actriz sorprendida al saberse ganadora? Aunque sólo fuera por justificar el premio... pero no, hizo un levantamiento de cejas, cual Sobera, y subió con cierta desgana a por el Goya pensando quizás en que el cabezón está demasiado gordo para parecer un Oscar y que a ella le van más las figuras doradas y estilizadas. Así que todo hace pensar que lo pondrá a dieta, a ver si así...
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Era uno de los premios cantados de la noche, por aquello de que la muchacha se había hecho un viaje de ida y vuelta USA-ESPAÑA-USA sólo para recogerlo y en todos los medios se había dejado caer que ya sabía lo de su premio. Y claro, cumplió el trámite, leyó su papel y se largó vitoreada por todos.
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La gala, bien, gracias. Eficaz, no eterna (tres horas) pero cansina a partir de la hora y cuarto viendo lo mismo. Volvieron a fallar los asientos vacíos, demasiados (¿esta gente no sabe estarse quieta?) y algunos momentos que pretendían ser graciosos (¿La revista Jara y Sedal en los Goya?). Carmen Machi superó el trámite aunque no destacó ni evitó que muchos añoráramos el regreso de (la excelente) Rosa María Sardá. Los de Muchachada nui pusieron su nota de humor (genial el momento del hombre elástico) y salvo algún fallo de sonido, de imagen y algún recorte más que evidente que dejaba a las claras que la gala no era en directo, la cosa se dejó ver, como demuestra su buena acogida entre el público. Para otro año habrá que pedir a los Reyes Magos, a la Academia o a TVE, que nos devuelvan la gala en directo, que debe ser un derecho del telespectador porque así no podemos seguir. Y aprovechando la circunstancia, ahí van 10 puntos extra de El Desafío para el primero que diga correctamente qué canal de televisión privado arrebató por primera vez la retransmisión de los Goya a TVE.
[Los Goya se emitieron el domingo por la noche en TVE1]
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