Chunga, muy chunga se ha puesto la televisión. Como era predecible –aunque algunos se empeñaron en pensar lo contrario– la entrevista a Julián Muñoz en Tele 5 lideró la noche dejando en la estacada a su competidor directo, ¿Dónde estás corazón?, que, como ya hizo la semana anterior, se dedicó a hablar de la entrevista de la otra cadena. Triste, muy triste. Jordi González, entrevistador a domicilio, fue la montaña que se desplazó hasta Mahoma en vista de que Mahoma no pudo/no quiso desplazarse a la montaña. Y como ya pasara con Roldán se notaron muchas concesiones al entrevistado, quizás por aquello de que el cliente siempre tiene razón (son las cosas de comerciar con los entrevistados). La entrevista por un lado, el debate por el otro, dos presentadores y un lío tremendo es lo que se montó el viernes por la noche en una entrevista tan larga como aburrida que aún así la gente vio. Confesaré que pretendía verla entera para hacer una crítica en condiciones la misma noche y que fui incapaz. Todavía hoy me estoy recuperando. Que nadie se extrañe si después de verla mucha gente ha optado por desertar de la televisión o, por lo menos, de ese canal. No se merecen menos.
[La entrevista a Julián Muñoz se emitió el viernes noche en T5]
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