
Hubo muchas preguntas pero tampoco había muchas ganas de escuchar según qué repuestas, como se dejó claro en algunos momentos por parte de algún colaborador. A Rodríguez, como es lógico, le interesaba defender al PP y a Maria Antonia Iglesias exculpar al PSOE de lo que hizo Roldán y a partir de ahí poquito más. María Teresa Campos volvió a dejar claro que se le da mejor moderar que preguntar, aunque lo más surrealista fueron aquellos momentos en los que los invitados –los únicos que se malentonaron ante un Roldán al que nadie fue capaz de sacar de sus casillas o poner en aprietos– llegaron a olvidar que tenían al invitado al lado para desconcierto de los espectadores. Y al cabo de tres horas, que se hicieron muy largas, todo seguía más o menos como al principio, como bien avanzó la profeta María Teresa Campos. Se les olvidó, eso sí, preguntar a Roldán si hubiera acudido a la entrevista si no le hubieran pagado esos 50.000 euros que se dice que le han ingresado pero esa pregunta, habrá que suponer, al reservarán para otra ocasión.
[Roldán, su versión se emitió el viernes a las 22.45 h. en Tele 5]
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