Las Peta-zetas atragantan

¿Se acuerdan de la que montó Ramón García cuando, sin complejos, y en plena retransmisión de las Campanadas, se puso a promocionar la programación de Punto Radio, la emisora en la que trabaja? Pues Buenafuente, también sin ningún complejo, aprovechó ayer el arranque de su programa para recordar a los espectadores que, a esa misma hora, se estrenaba el programa de su amigo Corbacho en Antena 3 (no dijo el nombre de la cadena, no hacía falta). Así que si Buenafuente lo pide había que darle una oportunidad.

.

Oportunidad dada, oportunidad perdida. Mucho colorín, mucha gente por el plató, mucho movimiento, pero muchísimo aburrimiento. Peta-zetas no interesa. El repaso nostálgico por los 80 se ha convertido en una ridícula sucesión de chistes y un batiburrillo de rankings, imágenes más que vistas y contertulios sin nada que aportar, salvo quizás algún chiste de Alfredo Díaz. Nada más. Nos habían vendido el programa, cuando lo iba a presentar Eduardo Aldán, como un repaso nostálgico a los 80, a la altura de aquel anuncio de Coca-Cola pero, con la vuelta de tuerca que le ha dado Corbacho, se ha quedado al nivel (bajísimo) de ese otro anuncio tan desastroso como imposible que sirve para vendernos coches mezclando la muerte de Chanquete y la marcha de la madre de Marco en un intento, fallido, de apelar a la nostalgia.

.

Nadie pone en cuestión la capacidad de Corbacho, pero quizás pasa por un momento bajo, un exceso de trabajo, una mala racha. Por mucho que grite y se mueva, si el programa no tiene nada que ofrecer, y la gente de la que se rodea en pantalla nada interesante que contar, mal empieza. Sin paños calientes: Peta-zetas es un horror, una decepción, un programa imposible. Qué noche más desaprovechada. Y todo por culpa de Buenafuente. Como ocurría con el popular dulce infantil, a veces, las Peta-zetas atragantan.

[Peta-zetas se emite los lunes a medianoche en Antena 3]